A las 3:10am sonó el despertador. El primer instinto fue apagarlo y seguir durmiendo, pero luego de superar la dulce tentación de seguir descansando nos levantamos. La noche no estuvo mal, pero no remotamente tan bien como aquella en casa de la señora Ivelise.
Rápidamente recogimos nuestras cosas, nos pusimos ungüento en las zonas que aun nos molestaban y tomamos nuestras vitaminas. Para cuando dieron las 4:05am ya estábamos con los pies en la talvia, mirando la calle perderse en la oscuridad. Imaginando que tal serian los 35 kilómetros que nos esperaban.
Hasta no salir el sol hacia un frío tremendo, que se intensificaba a medida que descendíamos al valle de San Juan, pues el aire frío se hace mas pesado y tiende a acumularse en el fondo de los valles.
Ya para las 9:20 estábamos en Cardón, paraje del municipio de Rosario, a unos 15 kilómetros de San Juan. Aquí nos desayunamos con lo que teníamos en la mochila.
Ya a solo poco mas de un kilómetro nos encontramos en la carretera con el teniente Mora y con el sargento mayor Núñez, quienes conversaron un rato con nosotros, y que además de palabras de ánimo nos dieron también galletas con queso, que ya nos estaban haciendo mucha falta.
Al entrar al pueblo nos dirigimos al parque Francisco del Rosario Sánchez, lugar en el cual fue fusilado ese gran hombre dominicano y padre de la patria por el cual lleva su nombre. De ahí pasamos al Comedor de Inés, donde disfrutamos de una rica comida y unas excelentes atenciones. Un rato después llegó el señor Cesar Paniagua, quien nos había ofrecido su casa para alojarnos.
Esa noche fuimos al canal 10 del TeleCable de San Juan, donde nos dirigimos al pueblo dominicano y les extendimos nuestras ideas de un mejor país fundado en valores, un país justo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario