miércoles, 29 de junio de 2011

CATÓN

 Por Catón
Me propongo demandar a la revista "Fortune", pues me hizo víctima de una omisión inexplicable. Resulta que publicó la lista de los hombres más ricos del planeta, y en esta lista no aparezco yo. Aparecen, sí, el sultán de Brunei, aparecen también los herederos de Sam Walton y Takichiro Mori. Figuran ahí también personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, Stavros  Niarkos. y los mexicanos Carlos Slim y Emilio Azcárraga. 
 Sin embargo a mí no me menciona la revista. Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico. Y si no, vean ustedes:  Tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo. Tengo una familia: esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad. Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos.  Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de mis defectos.
 Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal. Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa).  Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrían acortado aún más la presencia de Adán y Eva en el Paraíso.
Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra. Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí no se me habían ocurrido nunca.
Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren. Y tengo fe en Dios que guarda para mí su infinito amor.
¿Puede haber mayores riquezas que las mías? ¿Por qué, entonces, no me puso la revista "Fortune" en la lista de los hombres más ricos del planeta?"Y Tú, ¿cómo te consideras? ¿Rico o Pobre?
HAY GENTE POBRE, PERO TAN POBRE, QUE LO ÚNICO QUE TIENEN ES...DINERO.

viernes, 17 de junio de 2011

En que pie estamos parados

Por Claudio Antonio Caamaño Vélez
Por todas partes veo nuevas obras, túneles, elevados, metros, etc. Veo un constante empeño por las obras de varilla y cemento. Miles y miles de millones se invierten todos los años en infraestructuras viales en nuestro país. ¿Pero con eso realmente avanza la economía? ¿Es ese un verdadero signo de “desarrollo”? No lo creo.
Este país tiene más de 10 millones de habitantes, sin contar los casi tres millones de haitianos que residen ilegalmente aquí, que aunque los censos no los registran, y no existen en la teoría, son toda una realidad.
Esas 13 millones de bocas tienen que comer todos los días, tienen que vestirse, tienen que transportarse de un lugar a otro, ven televisión, escuchan radio, encienden bombillos, en fin, consumen. Pero lo chocante no es que consuman, eso es lo normal, lo peligroso es el hecho de que la mayoría de las cosas que consumen estas personas no son producidas aquí, pues la energía la tenemos que traer de fuera, los electrodomésticos los traemos de fuera, la ropa la traemos de fuera, las compañías telefónicas son de capital extranjero, y por si fuera poco, hasta lo que comemos viene gran parte de fuera. Entonces… ¿Qué producimos nosotros para vender fuera y compensar con las cosas que consumimos de fuera? Debería de ser mucho pues es mucho lo que traemos del exterior.
Mire a su alrededor y vea todas las mercancías de importación que están en su entorno. La computadora con la que estoy escribíendo esto se trajo de fuera, así como la computadora en la que usted lo está leyendo, la energía con la que esta funciona fue traída de fuera en forma de petróleo. Pero si esto lo está leyendo en un papel impreso… Adivine… También vino de fuera, así como la tinta que se uso para imprimirlo. La ropa que ahora tienes puesta, como la silla en la que está sentado muy probablemente vino de otro país.
Me gusta poner el ejemplo de la casa, en la que el padre gana 15 mil pesos y el consumo de la familia es de 20 mil. Tienen unos 50 mil pesos de ahorros los cuales compensan el déficit  que provoca el consumo. Veremos como al cabo de unos meses se habrán “comido” sus riquezas y entonces tendrán que comenzar a tomar préstamos a los amigos y los bancos para seguir sosteniendo un consumo por encima de su producción. Luego tomarán préstamos más grandes para pagar los préstamos anteriores, y así van alargando su deuda. Es de imaginarse que llegará un punto en que no podrán soportar las deudas y colapsaran, ya no les prestaran más y sus acreedores reclamaran los pagos, más los intereses más las moras. Entonces tendrán que comenzar a vender los muebles, la televisión, y finalmente, hasta la casa la perderán.
Este ejemplo refleja una situación aparentemente absurda, pues como alguien puede pensar que podrá estar eternamente consumiendo más de lo que produce. Es obvio que eso es imposible. Lo lógico sería aumentar la producción, o reducir el consumo. Incluso lo más lógico sería tener un consumo no igual, sino por debajo de la producción para así acumular más riquezas. Esto resulta algo sumamente evidente. ¿Qué idiota haría lo contrario?... ¿Les digo?
Nuestro país está viviendo de la “misericordia” de los demás países. El petróleo que usamos es “fiao”, nos lo entrega Venezuela para que se lo paguemos después, todas esas grandes obras se hacen en base a préstamos internacionales, estamos constantemente pidiendo más dinero a los fondos internacionales. Nuestros gobernantes están vendiendo por pedazos nuestra soberanía, pues esos préstamos no son por “amor al arte”, esos préstamos tendrán repercusiones serias. Analicemos la historia y veremos lo que hacen los países para cobrar su dinero.
Nuestros gobernantes no ven límites en su avaricia. No les importa lo que le ocurra al país, solo piensan en que están acumulando  dólares suficientes como para salir corriendo si este país se “hunde”. Entienden que con todo ese dinero que se están robando podrán salir a flote ante cualquier problema. Son unos egoístas abusadores. Pero lo malo no eso, lo realmente malo es que nosotros se lo permitimos. Eso si es peligroso.
Más adelante les contaremos un poco de lo que deberíamos hacer. Pero está claro que vamos por caminos muy funestos. De eso no hay duda. Si alguien maneja estos temas, le agradeceríamos que nos remitiera su opinión para publicarla en este espacio. Gracias.

miércoles, 15 de junio de 2011

Recordemos a la Raza Inmortal

Por Claudio Antonio Caamaño Vélez 
Me gustaría poder hablarles de forma precisa y con abundancia de datos históricos en torno al acontecimiento que conmemoramos en esta fecha. Quisiera saber mucho más de lo que se, conocer la historia de cada uno de esos hombres, de esos héroes que dieron su vida por la libertad de este país. Cada uno de ellos merece que cada dominicano sepa quiénes fueron y lo que son, lo que significan. Me avergüenza no poder decirles mucho.
Pero aunque se muy poco, o al menos no lo suficiente, soy un verdadero afortunado dentro de la gran mayoría, porque al menos se un poco, muchos no saben absolutamente nada. Es precisamente por eso que escribo. Es malo escribir sobre lo que no se sabe, pero en este caso, a pesar de mi ignorancia soy un agraciado del conocimiento. Por suerte tuve unos padres que día por día se preocuparon porque fuera un dominicano con amor por su país. No dejaron que estos importantes hechos pasaran desapercibidos en mi vida. Les agradezco por que me rescataron de la trampa del sistema, la trampa de la ignorancia y la indiferencia.
Vivimos inmersos en un sistema que procura arrancar de nosotros cualquier ideal de justicia, cualquier ejemplo de valentía, cualquier hecho que nos pueda servir de inspiración para hacer las cosas que estamos llamados a hacer. Nos lavan el cerebro con información basura, con puro sensacionalismo. Procuran desviar nuestra atención de las cosas verdaderamente importantes y ponernos a pensar en insignificancias que carecen por completo de trascendencia.
Esos hombres que un 14 de junio llegaron a nuestro país, lo hicieron con el corazón lleno de amor, con la mente llena de ideales puros, con el alma llena de sueños, y con las manos llenas de armas para hacer lo que fuera necesario para defender eso en lo que creían, y así lo hicieron. Pero vemos como el sistema tiene secuestrada nuestra historia. Nos ocultan y disfrazan esos ejemplos que tanta falta nos hacen. No quieren que lo sepamos pues no quieren que descubramos los caminos por los que tenemos que transitar para salir del hoyo en que estamos.
Eso contra lo que ellos lucharon. Eso por lo que decidieron ofrendar hasta sus vidas. Eso está presente, más vivo que nunca. Es nuestro turno de enfrentar al oscuro espíritu de la indiferencia, de la crueldad, de la corrupción. Ellos hicieron su parte. Ahora nos toca la nuestra.
No permitamos que este asqueroso sistema nos arranque de la memoria esos bellos ejemplos, no dejemos que nos arranque del corazón el amor por la libertad y la justicia. No permitamos que nos quite de las manos las herramientas que necesitamos para aclarar nuestro camino hacia el país que queremos. Adelante dominicanos. Adelante.

lunes, 13 de junio de 2011

En proceso. El futuro narrado en tiempo pasado.

Por Claudio Antonio Caamaño Vélez 
   Hoy todo parece normal. Las personas ríen. Los niños juegan. Las parejas de novios vuelven a ocupar las bancas de los parques… No se si alguna vez las cosas fueron así, pero así siempre debieron ser.
¡Parece increíble! Algo tan sencillo como caminar libremente por las calles, o sentarse a ver las olas a la orilla del mar. Cosas tan elementales como esas, han salido muy costosas. Hoy  parece muy sencillo, pero ayer, mucha sangre, la de los mejores, pago muy alto el precio de esas cosas.
Que irónico, que para exigir paz halla que recurrir a la violencia, que para ganar la justicia se deba se deba sufrir la opresión, y que por pedir libertad lo que den sea cárcel. Es muy irónico ¿verdad? Pero aunque ya hoy no sea así, ayer eso era toda una realidad.
Han pasado solo unos pocos años, y es como si nunca hubiese sucedido. Como si todo hubiese sido perfecto desde siempre. Como si  a los héroes que dieron sus vidas para lograr esto no se los estuvieran comiendo los gusanos en este momento. Esta muy bien verlo así. Tal vez lo mejor seria olvidar, pensar que esas cosas nunca pasaron. Imaginar que siempre ha estado vivo el ideal de justicia, que los derechos siempre se han respetado, y que nunca un grupo de ratas se comió las letras de nuestra Constitución. Tal vez eso seria lo mejor. Lo cierto no siempre será lo más bello, pero siempre será lo cierto. Y vale más  una fea verdad que una hermosa mentira.
Las plumas que escriben la historia lo hacen como si redactaran una novela o un cuento, olvidando que aquí los personajes una vez respiraron. Y es en honor a ellos que la verdad toma su belleza a pesar de lo horrible que haya sido la realidad del momento.
Si. Aunque no lo parezca, este pueblo una vez sufrió la opresión, vivió la injusticia, padeció la miseria. Aunque hoy ya nadie habla de eso, en un tiempo, sus propios gobernantes se burlaban de él.
Mientras los niños recibían docencia bajos los árboles, o en aulas mugrientas sentados en el suelo, con sus estómagos vacios. Sus gobernantes y legisladores vivían como reyes, a costillas de la miseria y el sufrimiento de las personas a las cuales verdaderamente les pertenecía el poder, de aquellas a las cuales estaban llamados a proteger. Nutriéndose de la ignorancia y la desesperación de un pueblo sin liderazgo.
Viéndolo ahora, es casi imposible imaginar como este pueblo permitió que se abusara de él de esa manera.
En las calles habitaba la delincuencia. Un reloj, un teléfono móvil o un par de zapatos valían más que la vida de una persona. Cualquier lugar era el escenario perfecto para que te cortaran el cuello si te resistías a que un mal nacido te quitara lo que era tuyo. Todo para luego cambiarlo por alguna sustancia que le permitiera olvidar, por un momento, la maldita realidad de su existencia… No se como llegamos a ese punto, la verdad es que no logro explicármelo. Pero así eran las cosas.
De los cuerpos del orden, es una lastima hablar. Claro hoy solo es una lastima, ayer era un verdadero peligro. Recuerdo muy bien aquellos tiempos. Esos daban pena o asco. Pena aquellos que manteniendo su honor y su decencia vivían miserablemente con el ridículo salario que se les pagaba. Y asco, aquellos que cometían toda clase de atrocidades, crímenes e ilegalidades, para compensar el desbalance entre su miserable salario y su cómodo estilo de vida. Si, esos mismos encargados de mantener la paz y el orden, y defender la soberanía nacional. En estos tiempos al decir esas cosas, suenan casi increíbles.
Que decir de las drogas… Con mencionar que era mas fácil conseguir cocaína que medicamentos para gripe. El dinero del narcotráfico sustentaba gran parte de la economía nacional. Comprando propiedades, comprando autos, comprendo conciencias, comprando impunidad… La droga era el quinto poder del Estado.
Aun no dejo de maldecir a los gobernantes de aquel entonces, máximos responsables  de la situación. Si la justicia divina no es tan corrompible como la que tenemos en la Tierra, esos malditos deben de estar hirviendo en los fuegos eternos del infierno. Tengo la esperanza de que así sea. Pues de esa forma van pagando un poco del sufrimiento y la miseria a que sujetaron a este pueblo, solo para llenar su vida codiciosa con excesos y placeres.
Recuerdo bien a esos mal paridos, que se paseaban con aire de dioses. Encerrados en sus burbujas de cristal, que los mantenía bien aislados de la realidad. Buenas casas en lugares de privilegio, buena seguridad, buenos autos, buena comida, exagerados salarios, los mejores colegios y universidades para sus hijos. Todo esto pagado con abusivos impuestos que exprimían la miseria de las masas… No se quien carajo les dijo a ellos que tenían derecho a hacer eso. Pero lo hacían. De una manera que ahora no me explico como aguantamos tanto tiempo ¡Que ciegos estábamos! Parecía como si se nos hubiese olvidado que éramos seres humanos.
Las cosas eran así hace tan solo unos pocos años… Hoy se ve todo tan diferente. Ya los niños van orgullosos a lindas escuelas. Ya no se sientan en el suelo, ni se suspenden clases con las primeras gotas de lluvia. Hoy los profesores pueden entregarse de lleno a la enseñanza, pues no tienen que estar pensando como llevaran comida a sus propias mesas.
Las calles son seguras. Las personas no tienen miedo de salir de sus casas.
Como han cambiado las cosas. Recuerdo bien ese día… Comenzó como cualquier día. Quien me iba a decir que ese día, de mañana tan ordinaria, terminaría con una noche de muerte y violencia.
Salí de mi casa y todo era normal. Cuando quise regresar, lo tuve que hacer escabulléndome de las balas y arrastrándome sobre los cuerpos. No se como empezó, cuando, ni donde. Solo se  que en cuestión de un par de horas, toda esa presión acumulada por años de soportar la injusticia y la opresión, explotó, convirtiendo lo normal en increíble. El Estado se disolvió, y junto con él sus leyes. La única regla era aquella que regia en las sociedades primitivas, inspirada por el instinto de supervivencia.
Transcurrieron varios días. En los cuales el verdadero dueño del país, el Pueblo, reclamó aquello que le pertenecía.
Vi a mis hermanos de Patria morir persiguiendo su deseo de igualdad entre los hombres. Los vi caer. Vi su sangre correr. Vi como sus ojos se cerraban para siempre.
Por un momento me invadió un estremecedor sentimiento de miedo. Desee que todo parara. Ya no soportaba ver mas buenas vidas extinguiéndose. Llore poseído de la impotencia. Grite maldiciendo ese momento.
Pero algo pasó… De repente un sentimiento de paz se apoderó de mí. Sentí como si una voz a mi lado me hablara, con palabras de confortación. De repente me di cuenta de una realidad. Entendí, que por primera vez en mucho tiempo, mis hermanos morían por algo que valía la pena morir, por algo que ellos habían elegido morir. Durante años mis hermanos murieron asesinados en las calles a manos de delincuentes, o en las salas de espera de hospitales. Mis hermanos estuvieron muriendo como basura ¡Ahora los veía morir como hombres!
De pronto, ese miedo y esa impotencia se convirtieron en orgullo. Comprendí en ese instante la verdadera grandeza de aquel momento. Comprendí que mis hermanos estaban construyendo con sus vidas un mundo mejor. Que su sangre estaba fertilizando la tierra de la igualdad. Que sus almas estaban alimentando el espíritu de la justicia.
Sentí dentro de mí, que morir en aquel momento era algo que valía la pena. Pensé en las futuras generaciones, y en el derecho que tenían de vivir en una sociedad mas justa, con mejores oportunidades. Pensé en que era una excelente oportunidad para entregarles un buen regalo a mis hijos. Regalándoles un buen porvenir. Regalándoles la oportunidad de que sean lo que decidan ser. Regalándoles una verdadera igualdad, una verdadera justicia, una verdadera libertad.
Hoy recuerdo aquellas vidas extintas de forma tan noble. Las recuerdo con penosa satisfacción, con lamentable orgullo, con una triste felicidad. Les estaré siempre agradecido a esos arquitectos de un mundo mejor. A esos que entregaron lo más preciado que puede tener todo ser humano, por amor a los demás. A esos valientes que construyeron el futuro de nuestra Nación.
En aquellos días el pueblo se apodero de sus verdugos, y descargo sobre ellos su deseo de venganza, acumulada tras años de sufrimiento y opresión. Y como en la Francia de la gran revolución, en un sorpresivo giro de la historia, rodaron las cabezas de aquellos que injustamente controlaban el poder, abusando y sometiendo a un pueblo ignorante e indefenso. En pocos días la escoria de la nación dejó de respirar. Con la sangre de los opresores se lavó el sucio que por años empañó el brillo de la Patria.
Esa es la historia de cómo se inicio la construcción de una nueva sociedad… Esa que hoy se disfruta en nuestra tierra.
Hace unos pocos…. Hace unos pocos años que yo no existo. Pero hoy encontré quien escribiera esto por mí. Pues nosotros aunque ya no somos, merecemos ser recordados por siempre.

                                                                                C.C

lunes, 6 de junio de 2011

La Fundación Caamaño conmemora natalicio de Caamaño en Valle Nuevo

Este 11 de junio la Fundación Caamaño se trasladará al corazón de la Cordillera Central para festejar el natalicio del Presidente Francisco Alberto Caamaño Deño. Todos los años cientos de miembros de la Fundación Caamaño se trasladan desde todas partes del país al lugar donde fue vilmente asesinado un 16 de febrero de 1973.
Durante todo el fin de semana se realizan diversos actos entre los que resaltan recorridos históricos por el lugar del último combate del coronel Caamaño, círculos de reflexión en el lugar donde estuvieron sepultados sus restos, así como el festejo y corte de bizcocho en celebración del cumpleaños de Caamaño Deño.
Una hermosa ciudad de casas de campañas se levanta por dos días en el Memorial Presidente Caamaño. Con fogatas y cuentos se pasa una hermosa noche en un ambiente completamente natural. Para los miembros de la Fundación Caamaño este es un verdadero santuario de reflexión, donde retoman las energías para continuar adelante con la lucha por el sostenimiento de los ideales patrióticos.
Esta año, y como ya es tradición, se realizará una escalada a pies desde el Parque Central de San José de Ocoa hasta el Memorial Presidente Francisco  Caamaño. La distancia total de este recorrido es de unos 49 kilómetros y se espera que para este año tendrá una duración de aproximadamente 15 horas. En años anteriores se ha hecho en tiempo de 12 horas pero se ha tomado la decisión de hacerlo de esta manera para dar participación a más personas. Se saldrá del Parque de Ocoa a las 00:15, el sábado 11 de junio, para llegar a la cima a las 3:00pm de ese mismo día.
Para este año se estará llevando a cabo una hazaña sin precedentes, el ultra maratonista Richard Herrera hará un recorrido de más de 100 kilómetros desde San Francisco de Macorís hasta el Memorial Presidente Francisco  Caamaño. Esperan salir a las 00:00 del Parque Central de San Francisco para estar a las 9:00am en el Parque de Constanza, donde se realizará un breve acto luego del cual continuará la ruta, para estar en la cima entorno a las 1:30pm. Es una hazaña nunca antes realizada en nuestro país.
La Fundación Caamaño hace una invitación a todos los que deseen participar en estos hermosos actos. Para más información escribirnos al correo claudiocaamano@gmail.com.

miércoles, 1 de junio de 2011

Trujillo, no una causa… Una consecuencia

Por Claudio Antonio Caamaño Vélez
Hoy nos ponen a Trujillo como la personificación del mal, como la crueldad hecha hombre, como un engendro diabólico. Nos lo pintan como un ser maligno que se levanto de entre las tinieblas de la noche y se apodero del país. No diremos que no era un malnacido criminal, abusador y asesino… Pero no olvidemos que una golondrina no hace verano.
Mi padre, Claudio Caamaño Grullón, fue quien me transmitió la verdad que hoy quiero condensarles. Al principio me parecía una exageración de su parte, pero luego de repetírmela, repetírmela y repetírmela, comencé a considerarla. Deduje que siendo él un poquito mayor que yo (me lleva unos 49 añitos) debía de saber mucho más que yo sobre esos temas. Finalmente esa gota hizo un hoyo en la piedra de la ignorancia que tenía en mi cabeza. Ahora veo bien claro la realidad de los hechos.
Trujillo no fue más que un instrumento, un títere al servicio de intereses muchos más grandes que él. Es un producto de la primera invasión militar y colonización imperial del gobierno norteamericano. Fue formado dentro de las filas del ejército invasor colonizador norteamericano, y por su lealtad al invasor, por su traición a la patria, por su capacidad criminal, fue considerado un excelente continuador de la política imperialista y criminal del gobierno norteamericano. Cuando los Estados Unidos de Norteamérica decidieron “salir” del país, dejaron todo listo para que en pocos meses su perro guardián (Trujillo) fuera nombrado a cargo de la Policía Nacional Dominicana (tropas de ocupación en su propio país, creadas por los Estados Unidos). Luego de la incompetencia manifiesta de Horacio Vásquez (político traidor y servil de los norteamericanos), decidieron darle paso a Trujillo para que tomara las riendas del país. Ya Vásquez no era más que un viejito decrepito. No tenía la energía necesaria para continuar con la política criminal del imperio colonial mundial  norteamericano.
Así es como llega “el jefe”, por una movida del gobierno norteamericano y no por “sus cojones”.  ¿Acaso creen que si Trujillo no hubiese sido un vasallo de los norteamericanos estos les hubieran permitido quitar del poder a su siempre servil Horacio Vásquez? Jamás ni nunca mis queridos. Los norteamericanos pueden ser simpáticos y hablar el español de una forma graciosa, pero de pendejos no tienen un pelo.
Trujillo no fue la causa de los males de nuestro país, sino la consecuencia de los males provocados por el dominio del imperio norteamericano. Fue tan solo la pequeña punta visible de un gran iceberg. Era la cara del mal, pero no la raíz. Era algo así como el moco de la gripe, que es lo que vemos de la enfermedad, pero el virus que la produce no se ve, está incrustado en nuestra sangre. No hacemos mucho con limpiarnos la nariz, pues ahí no es que esta el problema. Tal vez nos veamos más bonitos sin el asqueroso moco, pero aun seguimos estando enfermos. Muchos piensan que cuando uno tiene diarrea lo que se debe hacer es comer plátano para taparse, tremendo error, pues lo que debemos hacer es tomar liquido, mucho liquido. Pero una cosa es lo uno ve y otra muy diferente es lo que es.
Hoy nos vanagloriamos de matar al tirano, y claro, es un gran logro. Pero recuerden él es solo el moco, el virus sigue ahí. Celebramos con júbilo que tenemos medio siglo de “libertad”, pero las verdaderas cadenas siguen tan ajustadas como antes de aquel día. Odiamos a Trujillo pero seguimos alimentando alegremente el monstruo que lo creo. El imperio Norteamericano es la razón de la mayoría de nuestros problemas, por no decir todos. Nunca nos han permitido tener un gobierno verdaderamente del pueblo, sino me creen pregúntenle a Juan Bosch, a quien le dieron un golpe de Estado tan solo por querer liberalizar los mercados de la Republica Dominicana, haciendo acuerdos comerciales con otros países, fuera del consentimiento de los “papaupas de la matica”, el maldito gobierno norteamericano.
Para que vean que no es mentira lo que digo, pues como nadie habla de esto, tal vez se hagan la idea de que yo soy el que estoy fuera de contexto. Pues a veces a quien dice la verdad en el pódium de los mentirosos, lo condenan de tergiversador. Pero igual, eso poco me importa en estos momentos… En 1965, el imperio del norte vio como se tambaleaba su poder, se dio cuenta de que estaba por surgir un gobierno del pueblo y para el pueblo. Y a que no  adivinan que hicieron… ¿Ya adivinaron? Ok… Enviaron sus perritos rameados a morder nuestra soberanía. Por segunda vez en el siglo veinte invadieron nuestra patria con 42 mil marines, cientos de taques de guerra, bombarderos, portaviones y todo lo último en tecnología criminal fue el regalito que nos trajeron para “celebrar” nuestro logro en el rescate de nuestra libertad. Volvieron a mutilar nuestra patria y renovaron su instrumento político militar de dominio imperial.
Tal vez no veamos las cadenas que nos impone el imperio del norte. Esa es su especialidad. Que no veamos la mano que nos golpea. Es difícil luchar contra un enemigo invisible. Pero miremos bien como los interese norteamericanos se hacen dueños de nuestras riquezas naturales, de nuestras minas, nuestras playas. Observemos con detenimiento lo sumisos que son nuestros gobernantes a la voluntad de los gobiernos norteamericanos. Seamos crueles si queremos, pero no seamos ignorantes, por favor.
Trujillo está muerto. Bien muerto de hecho. Pero no olvidemos que él no fue una causa sino una consecuencia. Una consecuencia de un problema que está más vivo que nunca. Celebremos si queramos, pero aun no nos lavemos las manos, pues todavía nos queda mucho por hacer.

EL PELUQUERO

Anonimo
Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó: - No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El florista quedó agradecido y dejó el negocio. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la puerta.
Luego entró un panadero para cortarse el pelo, y cuando fue a pagar, el peluquero respondió: - No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.
El panadero se puso contento y se fue. A la mañana siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de agradecimiento y una docena de donuts esperándolo en la puerta.
Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar, el hombre otra vez respondió: - No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El profesor con mucha alegría se fue. A la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como ' Cómo mejorar sus negocios' y 'Cómo volverse exitoso'.
Entonces un diputado fue acortarse el pelo y cuando fue a pagar y el peluquero nuevamente dijo: - No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario. El diputado contento se alejó. Al día siguiente cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena de diputados, Alcaldes, concejales... haciendo cola para cortarse gratis.
Esto, querido amigo, muestra la diferencia fundamental que existe actualmente entre los ciudadanos comunes y los miembros de la Honorable Clase Política del país.
Por favor, en las próximas elecciones (2012), vota con más cuidado...

                                                                  Atentamente,

                                                                                                                  EL PELUQUERO