sábado, 19 de mayo de 2012

¿EL CAMBIO VERDADERO?


Por Claudio Antonio Caamaño Vélez
Que paradójico. Vemos como los dos representantes  de este nefasto sistema, se venden a sí mismos como “el cambio”.
Llevan muchos años jugando al “quítate tu pa ponerme yo”, convirtiendo la democracia dominicana en un mero circo, en una ilusión, en una entretención para que el pueblo crea que es libre y que es capaz de elegir su propio destino. Ponen al pueblo a ir a las urnas, convirtiéndolo en cómplice de las fechorías de los gobernantes.
Es imposible llegar a un lugar distinto tomando siempre el mismo camino. Debemos de cambiar el rumbo. No simplemente cambiando de un color para otro, o cambiando la imagen de las fotos de las oficinas públicas, sino tomando la decisión de transitar por un camino diferente, aunque ese camino todavía no esté del todo construido y nos lleve algo de tiempo edificarlo.
Nuestra mente inmediatista nos lleva a reciclar los mismos errores. Queremos un cambio, y lo queremos ya, sin embargo, el resultado es que siempre estamos resbalando en la misma materia. Los cambios políticos, los verdaderos, son un proceso que se toma su tiempo.
Mostrémosle a este sistema que estamos cansados de él y sus representantes. Dejemos de elegir los menos malo y comencemos a elegir lo mejor. No veamos esto como un juego de apostar al que creemos que va a ganar, sino como un compromiso de apoyar al que ha tomado la decisión de hacer algo diferente.
Adelante pueblo dominicano, este es el momento de sembrar los cimientos de un nuevo país, de un mejor país, del país que merecemos.

sábado, 17 de diciembre de 2011

LA BASURA QUE RECICLAMOS

Por Claudio A. Caamaño Vélez
Es increíble la indiferencia y el desdén con que los dominicanos tratamos a una botella de vidrio, una funda de plástico o una caja de cartón. Ignoramos los valiosos recursos que estamos desaprovechando.
Que penoso es ver cómo estos valiosos objetos terminan lanzados al olvido en el fondo de algún vertedero. Qué triste ver esos importantes recursos convertidos en inútil basura.
Pero lo que es verdaderamente penoso e indignante es ver nuestro pueblo reciclando basura política. Mientras de un lado rechazamos esa pobre botella de cristal o esa lata de aluminio, la cual nos fue tan útil y nos dio de beber cuando tuvimos sed, del otro lado nos empeñamos en reciclar nefastos líderes políticos, los cuales nos han hecho tanto daño y que han demostrado no servir para nada bueno. Le pintamos la carita, le inventamos una nueva etiqueta, y los lanzamos al mercado como algo “nuevo”.
Pueblo dominicano, en nombre de la ecología universal y por la salud política de nuestro país, que tal si comenzamos a reciclar las cajas de cartón, las fundas plásticas, las botellas de cristal y las latas de aluminio, y arrojamos la basura política en lo más profundo de algún remoto vertedero desde donde sus fétidos olores no molesten.

martes, 13 de diciembre de 2011

EXPULSAN CABECILLA DE BANDA OPERA EN UASD

Este lunes 12 de diciembre de 2011, el Consejo Universitario resolutó a unanimidad la expulsión del cabecilla de una banda delictiva que opera en a lo interno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Omar Bidó Valdez, quien cursaba la carrera de medicina, fue sancionado con la expulsión definitiva e inapelable, al comprobarse su vinculación con la golpiza de que fue víctima el estudiante Androver Oviedo, colaborador del Comedor Universitario, el pasado martes 22 de noviembre a las 2:30pm. Así mismo salió a relucir la agravante del bajo índice y rendimiento académico de Omar Bidó, el cual estaba en 68 puntos, con menos de la cuarta parte de las asignaturas de su carrera aprobadas en los más de 8 años que llevaba en la universidad.
Es importante destacar que el expediente de investigación, referente a la golpiza, queda abierto para sancionar a los demás implicados en esa banda de malhechores que ha tenido en azote a la universidad por los últimos años.
Claudio Caamaño Vélez, Secretario de Bienestar Estudiantil de la F.E.D puntualiza que “este ha sido el primer paso de un largo camino de saneamiento que se llevará a cabo en la UASD”. Por su parte Roberto Sánchez manifiesta que “el movimiento estudiantil tiene una gran oportunidad de relanzarse y cumplir sus objetivos por el bienestar del estudiantado dominicano”.
Ambos dirigentes estudiantiles han sido objeto de múltiples amenazas por parte de los que militan en esas bandas delictivas, pero han dicho públicamente que “no importa lo que suceda, no sucumbiremos ante presiones de  esos sectores, preferible es perder la vida que perder el respeto y la dignidad”.
Tanto Sánchez como Caamaño, son miembros de Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (FELABEL), grupo del cual manifiestan sentirse muy orgullosos, ya que lleva los principios de uno de los más grandes hijos de esta universidad: Amín Abel Hasbún.

domingo, 11 de diciembre de 2011

DIRIGENTES ESTUDIANTILES SOMETEN BANDAS CRIMINALES OPERAN EN UASD

Miembros de la Federación de Estudiantes Dominicanos y el Consejo Universitario enfrentan, a riesgo de su propia vida, bandas de lumpenes y delincuentes que operan a lo interno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Claudio Caamaño Vélez, Secretario de Bienestar Estudiantil de la F.E.D, y Roberto Sánchez, miembro del Consejo Universitario y de la Comisión de Ética y Disciplina de este, han tomado la firme decisión de no permitir que grupos desaprensivos sigan manteniendo la universidad como centro de operaciones para crímenes y fechorías.  
El pasado martes 22 de noviembre una banda de delincuentes que responde al nombre de “Los Topos” agredió brutalmente a un estudiante con la intención de asesinarlo, causándole múltiples heridas y contusiones graves. Unas quince integrantes de esta banda lo golpearon por varios minutos con distintos objetos, entre ellos un tubo de metal con el cual le provocaron una herida de más de treinta puntos en la cabeza, y aun después de estar inconsciente lo continuaron pateando en el piso. Usando armas de fuego amedrentaron a los estudiantes para que no intervinieran, mientras a plena luz del día lo masacraban.
Este lunes 12 de diciembre serán llamados ante Consejo Universitario los implicados en ese horrendo hecho, los cuales, de comprobarse culpables, serán expulsados de la UASD, sin perjuicio de las acciones penales que puedan interponerse en los tribunales de la República.
Tanto Caamaño como Sánchez han recibido múltiples amenazas de muerte, a lo cual responden que “el día en que un grupo de cobardes delincuentes dobleguen nuestra voluntad y nuestros principios, preferiríamos no seguir viviendo, pues es preferible perder la vida antes que perder la dignidad y el respeto”. Por esta misma vía  alertan a las autoridades y a los medios de prensa, responsabilizando a los integrantes de la mencionada banda de delincuentes de cualquier atentado que les llegase a ocurrir.
“La UASD es la universidad del pueblo, de cuyos impuestos se sostiene, por lo que hacemos un llamado a todo el pueblo dominicano a ser vigilantes del buen funcionamiento de esta universidad, y a repudiar este tipo de manifestaciones vandálicas y criminales en el seno de esta alta casa de estudios”. Fueron las palabras finales de Claudio Caamaño y Roberto Sánchez, ambos dirigentes del Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (FELABEL).

miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Cuánto vale un líder?


Nuestros "líderes" se han abandonado al disfrute del lujo

por ANDRÉS L. MATEO

Joaquín Balaguer se murió creyendo que él ganaba tres mil pesos, y salvo su
desmedida pasión por el poder, todo en él fue frugal. Juan Bosch tenía fama
de tacaño, pero con los cuartos del pueblo era intransigente. Abría un
monedero de plástico color rojo, de esos que le decían "totico", y otorgaba
una ayuda de su propio peculio.
Nunca nadie le vio más de cincuenta pesos en el "totico", de manera que esas ayudas personales eran siempre modestas, como la muy célebre que le dio al
escritor Ramón Lacay Polanco a la salida de la catedral de Santo Domingo, y
que provocó la expresión ya famosa de "!Juan! ¿cinco pesos? ¡Barbarazo,
Juan, barbarazo! José Francisco Peña Gómez era un ventarrón, siempre andaba
de prisa y nunca tenía un centavo en los bolsillos.
            Para salir de apuros, si alguien le pedía dinero para pagar una receta,
miraba a su alrededor y le  daba un sablazo al que estuviera más cerca. Luego se iba como un bólido,  moviendo los brazos con su estilo único, hablando en voz alta y sonriendo  con la mirada de niño inocente que siempre tuvo.
            Ese fue un liderazgo histórico de costo muy bajo. Más que en el dinero, se
empinaban en la pasión por el poder (Balaguer), en la idea más pura del bien
común (Bosch), o en el sudario del redentor que mira su propia vida con un
propósito liberador de las multitudes (Peña Gómez). Ninguno dejó fortuna,
ninguno legó una riqueza material obscena.
            Ninguno fue proclive al dinero.
¿Pero cuánto vale un "líder" hoy? ¿Qué costo social tienen esos turpenes que hacen rebotar del presupuesto la pelota de su egoísmo? ¿Por cuánto nos salen
"El querido", "Putico" y el "Chato"? ¿Se puede medir en valores lo que nos
cuestan Andrés Vanderhorst, González Espinosa, Wessin Chávez, Peña Guaba y
otros "emergentes" que le dan bien duro con un palo a la piñata del Estado?
¿Euclides Gutiérrez Féliz, con todo y sus palacios campestres, no nos cuesta
"los millones de chanflán"? ¿A cuánto asciende el costo de Reynaldo Pared
Pérez, "el ejemplar"; con su residencia veraniega en "Los mogotes" y su
barrilito? ¿Y Lila Alburquerque, la que "no coge corte", cuánto nos cuesta?
¿Puede un Estado pobre cargar con la voracidad de Rodríguez Pimentel o Matos
Berrido? ¿Acaso Bengoa no devenga un salario que equivale a la asignación de
un hospital regional? ¿Y N. G Cortiñas no es uno y trino, porque cobra en
varios Consejos de Directores, y gana una verdadera fortuna? ¿Quién arrima
el hombro para saber el valor que la sociedad tiene que invertir para
mantener un "líder" de la estatura de Carlos Morales Troncoso? (más manteca
da un ladrillo).
La reingeniería de la política dominicana debería cuestionarse cuánto nos
cuestan los "líderes" que nos gobiernan, incluyendo a los de la oposición;
porque a estas alturas todos tenemos derecho a preguntarnos si en realidad
los políticos son verdaderamente necesarios, y si sirven para algo que no
sea enriquecerse .
Nuestros "líderes" han perdido la introspección, y se han  abandonado al disfrute del lujo y la riqueza. ¿No fue el puro gestuario de  la ostentación lo que lleva a una antigua humilde maestra a comprar dos  carteras Vuitton en ciento noventa y cinco mil pesos?
Hace apenas unos años  bregaba en las aulas, discutía por secciones en la UASD, y ahora ofende la  pobreza solemne de este país con la ostentación más burda y descarada.
Cuando Juan Bosch salió del gobierno, producto del golpe de Estado de 1963, dejó una cuenta bancaria de ciento cuatro pesos con cuatro centavos. El
periodista Al Burt, del Miami Herald, publicó un artículo que tituló "El  legado del honrado Juan", apenas cinco días después del golpe.
"Deja elcargo con las manos tan limpias como vacías", proclamaba Al Burt. Y
se  cuestionaba si "el legado del honrado Juan habrá abandonado el país junto
con él".
Y así fue. La locura del modelo de honradez que enarboló con su ejemplo, era como llevar el ideal al extremo y ser tragado por él. Los políticos más  caros del mundo han olvidado al "honrado Juan", quien es tan solo esa voz  que los despierta sobresaltados, y que los hace ir al espejo a ver el rostro  con que viven.

¡Oh, Dios!

lunes, 8 de agosto de 2011

Ab. ¿Asi es la vida?


Por Ana Bueno
De Diario Libre
Quédate con tu idealismo, que la realidad vendrá a despertarte. Así me he sentido en estos días. No se imaginan el coraje que me da cuando alguien me dice: "Así son las cosas, el mundo funciona de esta manera, si todo el mundo lo hace ¿por qué tú no?" Pues porque no. Justificar algo mal hecho porque todo el mundo lo hace o porque si no pasas por el aro te quedas fuera, no son razones suficientes para mí. Me niego a aceptarlo. Y seguramente seguiré siendo la idealista que se da contra un gran muro. Pero prefiero eso a saber que hice algo mal porque "todo el mundo lo hace y así es la vida".
anabmontoya@hotmail.com

jueves, 4 de agosto de 2011

LA IMPORTANCIA DE UN CAFÉ BIEN COLADO




…Dos leones huyeron del zoológico, en la huida cada uno Partió con rumbo diferente.
Uno se fue para la selva y el otro para el centro de la ciudad. Los buscaron por todos lados y
nadie los encontró.
Para sorpresa de todos el león que había huido para La selva regresó…
el pobre estaba FLACO, FAMELICO y AFIEBRADO.

Fue conducido a su jaula inmediatamente.

Luego de 8 meses fue recapturado el casi olvidado León que había huido al
centro de la ciudad. Cuando llego a la jaula estaba GORDO, SANO Y
DESBORDANTE DE SALUD.

Al estar juntos el león que había huido a la selva Le pregunta a su colega…
—¿Cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo y regresas tan bien de salud?
Yo fui a la selva y tuve que regresar, porque casi no encontraba qué comer.
El otro león le explicó:
—Lo que hice fue armarme de coraje y esconderme en una oficina pública.
Así, cada día me comía un funcionario y nadie notaba su ausencia.
—¿Y por qué regresaste?… ¿Acaso se acabaron los funcionarios? —Preguntó
el otro león.
—Nada de eso, los funcionarios públicos nunca se acaban. Sucede que
cometí un gravísimo error. Ya me había comido a un Director General,
a dos Superintendentes, tres Coordinadores, diez Jefes, quince Asesores,
veinticinco secretarias, unos cuantos de Soporte técnico... ¡Y nadie los dio
por perdidos! ...Pero el día que me comí a ña señora que hace el Café...
¡Ahí…… … …  ahí, 
SE JODIO TODO!

lunes, 1 de agosto de 2011

No le echemos la culpa al perro

Por Claudio A. Caamaño (hijo)
@ClaudioCaamano

Si tenemos un perro rabioso y este muerde a alguien ¿De quién es la culpa? Obviamente de nosotros que somos los dueños. Si sabemos que es un animal agresivo es nuestra responsabilidad ponerle un bozal o atarlo con una buena cadena. Sería completamente ilógico e irresponsable querer culpar al perro.
Entonces, si tenemos un gobierno corrupto y ladrón ¿Quién es el culpable de las fechorías que este hace? Pues quien más… Nosotros. Si sabemos que está compuesto por personas sin ningún tipo moral, y no le ponemos un tope a sus excesos, ni hacemos nada para quitarles de ahí, nosotros somos los verdaderos responsables. Fuimos nosotros quienes los pusimos donde están, sea por obra o por omisión.
Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Si nosotros tenemos uno bastante malo es porque nos lo hemos ganado a pulso. Nuestra indiferencia y comodidad es la que nos mantiene atados a esa cruz. Analicemos nuestra actitud, si es verdad que queremos un mejor país.
Seamos más serios… No le echemos la culpa al perro.

sábado, 30 de julio de 2011

Debemos exigir, pero tambien debemos hacer

Por Claudio A. Caamaño (hijo)

¿Se han puesto a pensar alguna vez en la razón por la cual nos esforzamos tanto en la vida? Generalmente lo hacemos para tener una linda casa (aunque sea alquilada), o para comprarnos un lindo carro, tal vez para brindarles una buena educación a nuestros hijos, o bien para tener ahorros suficientes para enfrentar cualquier enfermedad o emergencia que se presente.
Estamos pasando por alto el hecho de que, consonante con estas metas, debemos procurar tener un ambiente donde esas cosas que deseamos puedan materializarse, y sobre todo, disfrutarse a plenitud. Casi nunca ponemos en nuestros planes de inversión, invertir en nuestro país. No nos damos cuenta que eso es lo más importante.
¿De qué nos vale tener una hermosa y acorazada casa, si desde que salgamos por la puerta entramos a una selva de basura e inseguridad? ¿De qué nos sirve tener el más lujoso y cómodo de los vehículos (como esos que traen los congresistas), si no tenemos calles apropiadas donde conducirlo? ¿Qué razón tiene darle la mejor educación a nuestros hijos, si cuando se gradúen no podrán ejercer la carrera que estudiaron?... ¿Han pensado en eso?
Si la puerta de nuestra casa se cae a pedazos, no es verdad que vamos a esperar que venga el “mesías” a repararla. No es cierto que si unos de nuestros hijos se enferma de gravedad vamos a esperar que un “ángel divino” lo lleve al hospital. Entonces ¿por qué no comenzamos a empoderarnos de los problemas nacionales, a poner de nuestra parte en la búsqueda de soluciones reales? ¿Por qué no tomamos la firme decisión de invertir en nuestro país?
Somos conscientes de que este gobierno, y más bien este sistema, no tiene la más mínima intención de hacer algo bien… Entonces, comencemos a resolver algunas cosas por nuestra cuenta. Si el gobierno es irresponsable, no lo seamos nosotros también.
El asunto no es buscar culpables, concentrémonos en resolver. Luego habrá tiempo de buscar los responsables y castigarlos como es debido. No gastemos en críticas las energías necesarias para las soluciones. 

viernes, 29 de julio de 2011

AM. -Lo que no queremos oír

De Diario Libre
            
Los dominicanos hemos hecho deporte de demandar obras y servicios, sin nosotros colaborar con su desarrollo y mantenimiento. Pareciera que tenemos derecho a todo y ninguna obligación a nuestro cargo. Si no fuese así, ¿cómo se explica que sólo poco más del 20 por ciento de los adquirentes de viviendas del Estado paguen su mensualidad? Si todo el mundo pagara, eso solo permitiría un continuo programa de construcción de viviendas en toda la geografía nacional.
Sabemos que sólo el 13 por ciento paga el agua y que casi millón y medio de hogares conectados al sistema eléctrico tampoco paga la luz que recibe. Y eso pasa con los que no pagan impuestos, ni la basura, aunque algunos sean de los que más produzcan desperdicios, ni los tributos municipales.
Esta conducta también tiene otra cara. Tomemos las instalaciones deportivas, desde las de primera competición hasta las canchas de los barrios. Nadie se siente responsable de protegerlas. Sólo algunos clubes, verdaderas golondrinas de las minorías, mantienen sus locales. En los demás, nadie es responsable.
¿Cómo es posible que el Estado o una empresa construyan una cancha en un barrio y nadie se haga responsable de reparar un tablero o la gradería que unos indeseables rompieron? ¿Tiene el Estado que hacerse cargo de eso? Claro que no.
Mientras no nos hagamos responsables, no habrá progreso posible y eso, aunque no nos guste, no es culpa sólo del Estado.