miércoles, 6 de julio de 2011

¿¿Qué al dominicano no le gusta trabajar??

Por Claudio A. Caamaño (hijo)


Suelo levantarme temprano para hacer ejercicio, me gusta correr por la calles de mi país y sentirme libre. Generalmente salgo a eso de les 5:45am. Cualquiera pensaría que a esa hora todo el mundo está costado, o que aún están en sus casas tomando un café. Es sorprendente ver la cantidad de personas que ya a esas horas enfilan rumbo a sus trabajos.
Muchos dicen que por ahí “al dominicano no le gusta trabajar”, pero yo les pregunto ¿Con que ganas se levanta una persona a realizar un trabajo que ni siquiera le permite vivir dignamente? Es que a nadie le gusta trabajar tan solo para estar cansado.  Las personas trabajan y se esfuerzan para vivir con ciertas comodidades, al menos con lo básico. Pero es que la mayoría de los trabajadores dominicanos tienen salarios que ni para lo básico les alcanza. Sin embargo se esfuerzan.
No nos dejemos arrastrar por la ola trágica que generan los medios, en la cual nos pintan un país donde todo el mundo vende droga, donde todo el mundo es un delincuente. Lamentablemente lo trágico es lo que vende y los medios de comunicación son un negocio. Nadie habla del limpiabotas que se pasa el día entero en la calle para llevar de forma honrada algo de comida a su casa, mas resaltan por todo lo alto el delincuente que mata a alguien para robarle un celular. Nadie conoce el nombre del señor que todos los días a las 6:00am recoge la basura frente a mi casa, pero si conocen con lujo de detalles la vida de los narcotraficantes.
Claro, siempre hay algunos que nos les gusta trabajar. Ahí tenemos el caso de los congresistas, que ganan sueldos de reyes y hacen una función inferior que la de un barrendero, pues al menos el barrendero limpia, ellos solo ensucian. Se pasan los días analizando como ganar más y hacer menos. Esos sí que son unos parásitos. También están las botellas del gobierno, que viven del dinero de nosotros sin generar ningún tipo de función útil. Esos sí que son unos malditos vagos.  Pero no nos alarmemos demasiado, pues hasta en la casa más limpia siempre hay su basurita. Para eso se invento la escoba. Lo que tenemos es que ponernos a barrer pronto.
El pueblo dominicano, a pesar de todos los pesares, sale a las calles con la frente en alto a ganarse la vida de manera honrada. Por eso es que cada día admiro más al pueblo de mi país. Por eso cada día me siento más orgulloso de ser dominicano. 

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