viernes, 29 de julio de 2011

AM. -Lo que no queremos oír

De Diario Libre
            
Los dominicanos hemos hecho deporte de demandar obras y servicios, sin nosotros colaborar con su desarrollo y mantenimiento. Pareciera que tenemos derecho a todo y ninguna obligación a nuestro cargo. Si no fuese así, ¿cómo se explica que sólo poco más del 20 por ciento de los adquirentes de viviendas del Estado paguen su mensualidad? Si todo el mundo pagara, eso solo permitiría un continuo programa de construcción de viviendas en toda la geografía nacional.
Sabemos que sólo el 13 por ciento paga el agua y que casi millón y medio de hogares conectados al sistema eléctrico tampoco paga la luz que recibe. Y eso pasa con los que no pagan impuestos, ni la basura, aunque algunos sean de los que más produzcan desperdicios, ni los tributos municipales.
Esta conducta también tiene otra cara. Tomemos las instalaciones deportivas, desde las de primera competición hasta las canchas de los barrios. Nadie se siente responsable de protegerlas. Sólo algunos clubes, verdaderas golondrinas de las minorías, mantienen sus locales. En los demás, nadie es responsable.
¿Cómo es posible que el Estado o una empresa construyan una cancha en un barrio y nadie se haga responsable de reparar un tablero o la gradería que unos indeseables rompieron? ¿Tiene el Estado que hacerse cargo de eso? Claro que no.
Mientras no nos hagamos responsables, no habrá progreso posible y eso, aunque no nos guste, no es culpa sólo del Estado.

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